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viernes, 20 de diciembre de 2013

LA DEPRESION "NAVIDEÑA" : ETIOLOGIA Y TRATAMIENTO


Son frecuentes en esta época del año, los estados de melancolía o depresión, que afecta a muchas personas.
Varias podrían ser las causas:
1-De origen mas exógeno: 
Se trata de días mas cortos, fríos y sobre todo con menos luz, con todo lo que ello implica a nivel neuroendocrino y mas en concreto en el complejo equilibrio del sistema adrenergico, dopaminerigico y serotoninergico.
Ya nuestro compañero J.M. Brea en su blog Medicina y melodía establecía una clara  relación entre clima y estados anímicos:  El tiempo y la enfermedad psiquiátrica

Por otro lado, al ser dias más fríos e inhóspitos se tiende mas a la reclusión en casa y también a cierta introspección psíquica.
 2- Otras causas, tal vez las mas, serian de origen mas endogeno o emocionales: 
Y es que, no podemos olvidar que la Navidad supone de hecho toda una explosión de sentimientos y emociones.
Para muchos, significa época de ilusiones perdidas y con ello el recuerdo de las personas queridas que ya no están y que van unidas a esas ilusiones infantiles ya perdidas.
Para no pocos, es una época supone una gran farsa social, y todo un montaje puramente comercial deseando que todo pase cuanto antes.
También es el fin de un ciclo temporal en el que se han quedado muchos proyectos sin terminar o iniciar y puede suponer  una cierta sensación de fracaso personal.
Todos estos factores... y mas, podrian ser el germen de estos estados de melancolia o depresion estacional.
 
¿CUAL PODRIA SER  EL TRATAMIENTO?
 Por supuesto el camino mas corto seria la medicación, aunque en este caso no tanto, puesto que la mayoría de los fármacos antidepresivos comienzan a ser efectivos pasadas varias semanas, cuando ya ha concluido estas fechas... También podríamos recurrir a las pócimas mágicas homeopáticas, como la "dilución de extracto de pata de gallo" al uno por mil..  pero los resultados no serian mejores.

El tratamiento mas eficaz tal vez, pasaría por asumir la realidad y hacer frente a la misma, desde las tres facultades más valiosas que posemos los seres humanos: la razón, la convicción y la voluntad.
Esto es: intentar cambiar el punto de mira para divisar un nuevo horizonte, y es que, todo se puede mirar desde otra perspectiva, en este caso más saludable: 
Pues por encima de todo: "la Navidad es tiempo de esperanza".

Adjuntamos, por su interés, este artículo escrito hace algunos años:


LA NAVIDAD: PRIMAVERA DE LAS PERSONAS:

Llega la Navidad, y con ella surgen en casi todas las personas un cúmulo  de sentimientos: de ilusión,  alegría, y también de melancolía y tristeza.
Esa tristeza que conlleva desanimo, es lo que seria bueno reorientarla en positivo, porque el espíritu de la navidad, por encima de todo, es  tiempo de esperanza.
Y se puede influir en las emociones, con el mayor reconocimiento de la realidad, pues  a veces  hallarse entre los árboles,  no nos permite ver  el bosque en su conjunto; y tener la posibilidad de  mirar mas allá de nuestros ojos, siempre nos permitirá elegir mejor por que acera ir: la que da mas el sol o la sombra

Y una de las cosas mas ciertas es que la Navidad es nacimiento y renacimiento para las personas: es la renovación del "divino préstamo" de vivir cada año, el "segundero de la civilización y de la historia", se podría decir que "la Navidad es para las personas, lo mismo que la primavera para las plantas", pues simboliza el nacimiento y renacimiento de nuestra civilización, es el  niño que nace, o la flor que nace en  cada año.
Pero la Navidad por encima de todo significa fortalecimiento de las raíces personales y sociales, a través de la familia, que es la columna principal de la persona y por ello de la sociedad, solo por eso ya seria saludable. Es la época en la que se come en unión, ósea “comunión”  con los seres queridos.

También para la salud, la Navidad significa renovación y fortalecimiento de las defensas del cuerpo y de la mente. pues hay un acumulo de energía y vitalidad, es el momento de “recargar las pilas” con los alimentos mas energéticos y saludables; No por casualidad es la época de las naranjas y mandarinas: uno de los divinos talismanes de la salud. La de los turrones, mazapanes, pasas, etc...Aunque procurando evitar los excesos permanentes, que generan problemas en la salud
No hay que olvidar tampoco  el ejercicio físico,  que en esta época, aunque sea de frio  -convenientemente abrigados y a las horas mas templadas- también es en general saludable.
Pero sin duda los dos peligros que más atenazan el ánimo de la Navidad son la melancolía y la tristeza, según cada persona o circunstancia, y es que significa también recordar a los seres queridos que ya no están o épocas infantiles de ilusión y magia que se fueron
Para los que tienen Fe es mas fácil reorientarlo todo en positivo  pues esta les permite concebir la vida desde la trascendencia y la eternidad,   además de ser la conmemoración del acontecimiento mas importante desde que el mundo es mundo: la venida de Dios haciéndose hombre. 

Pero para todos es el  momento en que padres  y sociedad se confabulan para sembrar ilusión en los niños, y por tanto esperanza.
Y es que. como  dice José Luis Martín Descalzo, " A pesar de las miserias del mundo, cada niño que nace, cada día que amanece, cada Navidad que celebramos, es la prueba palpable y fehaciente de que Dios ha apostado por el hombre”.


viernes, 14 de diciembre de 2018

Navidad: la primavera de las personas


Llega la Navidad, y con ella surgen en casi todas las personas un cúmulo  de sentimientos: de ilusión,  alegría, y también de melancolía y tristeza.

Esa tristeza que conlleva desanimo, seria saludable reorientarla en positivo, porque el espíritu de la navidad, por encima de todo, es  tiempo de esperanza.
Y se puede influir en las emociones, con un mayor reconocimiento de la realidad, pues  a veces  hallarse entre los árboles,  no nos permite ver  el bosque en su conjunto; y tener la posibilidad de  mirar mas allá de nuestros ojos, siempre nos permitirá elegir mejor por que acera ir: la que da mas el sol o la sombra

Y una de las cosas mas ciertas es que la Navidad es nacimiento y renacimiento para las personas: es la renovación del "divino préstamo" de vivir cada año, el "segundero de la civilización y de la historia", se podría decir que "la Navidad es para las personas, lo mismo que la primavera para las plantas", pues simboliza el nacimiento y renacimiento de nuestra civilización, es el  niño que nace, o la flor que surge en cada año.

Pero la Navidad por encima de todo significa fortalecimiento de las raíces personales y sociales, a través de la familia, que es la columna principal de la persona y por ello de la sociedad, solo por eso ya seria saludable. Es la época en la que se come en unión, ósea “comunión”  con los seres queridos.

También para la salud, la Navidad significa renovación y fortalecimiento de la inmunidad del cuerpo y la mente. pues hay un acumulo de energía y vitalidad, es el momento de “recargar las pilas” con los alimentos mas energéticos y saludables; No por casualidad es la época de las naranjas y mandarinas: uno de los divinos talismanes de la salud. 
La de los turrones, mazapanes, pasas, etc.. tratando de evitar los excesos permanentes.
No hay que olvidar tampoco  el ejercicio físico,  que en esta época, aunque sea de frio  -convenientemente abrigados y a las horas mas templadas- también resulta en general saludable.
Pero sin duda los dos riesgos que más atenazan el ánimo de la Navidad son la melancolía y la tristeza, según cada persona o circunstancia, y es que significa también recordar a los seres queridos que ya no están o épocas infantiles de ilusión y magia que se fueron
Para los que tienen Fe es mas fácil reorientarlo todo en positivo  pues esta les permite concebir la vida desde la trascendencia y la eternidad, además de ser la conmemoración del acontecimiento mas importante desde que el mundo es mundo: la venida de Dios haciéndose hombre. 

Pero para todos es el  momento en que padres  y sociedad se confabulan para sembrar ilusión en los niños, y por tanto esperanza.
Y es que. como  dice José Luis Martín Descalzo:
 " A pesar de las miserias del mundo, cada niño que nace, cada día que amanece, cada Navidad que celebramos, es la prueba palpable y fehaciente de que Dios ha apostado por el hombre”.

sábado, 22 de diciembre de 2012

LA NAVIDAD como terapia



Llega la Navidad, y con ella surgen en casi todas las personas, un cúmulo de emociones: ilusión y alegría pero también melancolía y tristeza.
Esa tristeza conlleva a vaces al desanimo o la depresión, por ello seria saludable reorientarla, pues el espíritu de la Navidad, por encima de todo, es tiempo de esperanza.

 Y se puede influir en las emociones, tal vez mediante un mayor reconocimiento de la realidad, pues cuando nos hallamos entre los árboles, a menudo no podemos divisar el bosque; Por ello, tener la posibilidad de ver mas allá de nuestros ojos, siempre nos permitirá elegir mejor por cual acera caminar: por la que da mas el sol, o la sombra.

Y una de las cosas ciertas, es que la Navidad significa, por encima de todo, nacimiento y renacimiento para las personas: es la renovación del divino préstamo de vivir cada año, el segundero de la civilización y de la historia, se podría decir que la Navidad es para las personas lo mismo que la primavera para las plantas, pues simboliza el nacimiento y renacimiento de nuestra civilización, es el  niño que nace o la flor que brota cada año.

Pero la Navidad  significa tambien fortalecimiento de las raíces personales y sociales, a través de la familia, que es la columna principal de la persona y por ello de la sociedad, solo por eso ya seria saludable. Es la época en la que se come en unión,  "comunión"  con los seres queridos.

También para la salud, la Navidad supone renovación y fortalecimiento físico y mental pues hay un acumulo de energía y vitalidad, es el momento de “recargar las pilas” con los alimentos mas energéticos y saludables; No por casualidad es la época de las naranjas y mandarinas: uno de los divinos talismanes de la salud.

 Pero sin duda los dos peligros que más acechan al ánimo durante la Navidad, son la melancolía y la tristeza, según cada persona o circunstancia, y es que, estos dias significan también recordar a los seres queridos que ya no están, o épocas infantiles de ilusión y magia que se fueron, ademas de ser los dias mas cortos, frios y oscuros, lo que propende a la introspección.

Para quienes poseen el don de la Fe, hay que admitir que es mas fácil reorientarlo todo en positivo, pues ella permite dar un sentido trascendente a la vida. Estas fechas permiten renovar nuestro compromiso como cristianos ademas de conmemorar el acontecimiento mas importante, desde que el mundo es mundo: la venida de Dios haciéndose hombre.
Pero para todos, es momento de esperanza y generosidad, pues familia y sociedad se confabulan para sembrar y compartir ilusión con los niños.

Tal vez, no por casualidad, eligió Dios su venida al mundo en estas fechas y en  circunstancias tan adversas (tambien medioambientales): para mostrarnos, mas claramente aun, si cabe, su mensaje radicalmente esperanzador.

Y es que. como  dice José Luis Martín Descalzo:
  "A pesar de las miserias del mundo, cada niño que nace, cada día que amanece, cada flor que brota, cada Navidad que celebramos: es la prueba palpable y fehaciente de que Dios ha apostado por el hombre”.

lunes, 25 de diciembre de 2023

La Navidad desde una doble visión

  *Video artesanal.

El acontecimiento más importante de la historia  de la humanidad: Dios haciéndose hombre y asumiendo nuestra frágil condición humana, visto desde una "óptica binocular":
     -  A través de la sensibilidad y sencillez de un niño. *1
     -  Y a través de la genialidad y transparencia de un escritor *2


*2-  "Frágil Navidad"   JUAN M. DE PRADA

La fiesta de la Navidad ha cargado siempre su acento en los aspectos más tiernos de la escena ocurrida en Belén. 
Todo se enaltece de bondad y de gracia en estos días en que Dios se puso a la altura de los hombres (y aun de los hombres más desvalidos y humillados) y tomó su figura, para ir a nacer a una cueva, vecino nuestro, frágil como cada uno de nosotros, tan pequeñuelo y endeble como nosotros mismos fuimos, como lo fueron antes que nosotros nuestros antepasados y lo son o serán nuestros descendientes, fortísimamente anudado con todos los hombres en vínculo de extrema debilidad.

Los hombres necesitamos tener a Dios a la altura de nuestro corazón, porque la fe es también una cuestión cordial, como la caridad.
Por ello, en lugar de hacerse presente ante nuestros ojos al modo de un meteorito que cae del cielo o de un géiser que brota de súbito de la tierra, Dios se acercó a los hombres de la manera más entrañable, que es precisamente a través de las entrañas de una mujer; y, a través de aquella Mujer, de las entrañas de la Humanidad entera, pues algo se remueve en nuestras entrañas –al menos, mientras seguimos siendo humanos– cuando reparamos en la fragilidad de un niño recién nacido que gimotea entre las pajas, en el interior de una cueva donde debe de hacer mucho frío.

En el empeño por sustituir el belén por el árbol hay algo más que el decaimiento de la fe: hay también un decaimiento humano
Dios llega al hombre a través de la vía más elemental y comprensible para cualquier persona que no se haya deshumanizado, que es la vía de la ternura y el desamparo. Belén es un misterio radiantemente divino; pero también un misterio trágicamente humano, que es el misterio de la pobreza, de la soledad y el desvalimiento expuestos ante nuestros ojos y requiriendo nuestra asistencia.

Mirando a ese Niño vemos a todos los niños que gimen mientras la muerte desfila por la tierra. Mirando a ese Niño (aunque ni siquiera creamos en el misterio divino que encarna), algo se remueve en nuestras entrañas, algo las acaricia o retuerce, como si ese Niño fuese nuestro propio hijo, nuestro propio hermano, nuestro propio ser. Al menos, mientras seguimos siendo humanos.
Yo he visto a muchas personas que no eran creyentes emocionarse ante un belén; porque el belén les recuerda la fragilidad que fueron, la fragilidad que todavía son, la fragilidad que sin duda serán.
Y esa fragilidad, compartida con Dios y con todos los hombres (aquí no valen las distinciones de raza, religión o sexo), es lo más hermoso y divino que guardamos dentro.

 De algún modo, abrazando nuestra fragilidad, que es la de la Humanidad doliente, nos volvemos un poco como aquellos pastores que guardaban sus rebaños en torno a la gruta de Belén y acudieron para adorar al Niño y, de paso, hacerle unas carantoñas (o al revés). Aquellos pastores eran gentes humildes y limpias de corazón, gentes sin anteojeras ni sofisticaciones, gentes sin ideología ni cerrilismos, que aún guardaban en el pecho un corazón de palpitante carne.
Aquellos pastores comprendieron el misterio del Niño porque antes habían mirado con ternura su desamparo.
Y esa ternura se volvió compasión, que es la necesidad de llorar con quien está llorando, de padecer con quien está padeciendo, de sentir y respirar con él, tomando el mismo aire y sintiendo las mismas pulsaciones en la sangre. En este sentido, simbólicamente, en el empeño de nuestra época por sustituir el belén por el árbol hay algo más que el decaimiento de la fe religiosa; hay también un decaimiento humano, una abolición de la ternura, una negación de la compasión.
 Mirando al Niño, entendemos nuestra deuda con la fragilidad humana; mirando el árbol sólo vemos una belleza fría y nevada, decorada de regalos, que nada dice al corazón. La ternura que se derrama desde la gruta de Belén se pierde en el hieratismo del árbol, frío como un corazón de piedra que ni siquiera se inmuta mientras la nieve cae sobre sus ramas.

Esta sustitución progresiva del belén por el árbol explica simbólicamente muchas cosas. Explica por ejemplo que, aferrados a nuestras anteojeras y sofisticaciones, a nuestras ideologías y cerrilismos, ya no sintamos piedad por nada, ya no podamos compadecernos de la fragilidad sufriente; explica que ya no se nos remuevan las entrañas cuando miramos el sufrimiento de los niños.
Pienso, por ejemplo, en los niños que en estos últimos meses han sido despedazados por las bombas en Gaza, a veces incluso aplastados en la incubadora por los escombros o ametrallados en el vientre de sus madres; y en la indiferencia con que contemplamos su fragilidad del tamaño del universo.
Pienso que estamos dejando de ser humanos, que nuestras entrañas se han hecho un lío de cables y que nuestro corazón se ha vuelto de piedra.

Feliz y frágil Navidad a las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan.

 JUAN MANUEL DE PRADA 
XLSEMANAL

sábado, 20 de diciembre de 2014

El regalo de la Navidad 2014: MEDICOS CON VALOR, la gran revolución de la atención primaria



Sabido es que la Navidad es época de regalos y por ello de esperanza. 
 Se trata de la verdadera primavera de las personas como decíamos en esta otra: entrada
Tal vez, no por casualidad, es en esta época del año donde se gestó la gran revolución del mundo, personalizada en un niño tan frágil y vulnerable como poderoso, por su mensaje eterno y universal de valorización de la dignidad humana, que es imagen de la Dios.

Y ese regalo, merecido, trabajado y trabajable es la iniciativa para cambiar la realidad de la atención primaría en nuestro pais: MEDICOS CON VALOR por la calidad, calidez y la dignidad de la atención primaria.

"Creemos, queremos y sabemos que -esta vez- sí, se hará realidad". 

Y una garantía de ello es, por lo aprendido de los errores en estos años y por quien encabeza este movimiento: uno de esos ejemplares humanos sobrecargados de energía vital y moral,  que solo surgen en esta tierra dura y áspera de la península ibérica.. la de Don Quijote, Cajal, Marañón, Teresa de Jesús... y hasta Hernan Cortes, no en vano se trata de un paisano de Cajal y Agustina de Aragon.

Se trata de nuestro compañero Rafael de Pablo, uno de los impulsores de la "Plataforma Diez Minutos".

Desde aqui, nos mostramos dispuestos a colaborar -como sea y donde sea- en esta valiosa, regeneradora e ilusionante iniciativa.

Estos son algunos mensajes a través de  twitter, que muestran asimismo la fortaleza de sus pisadas y el horizonte que se abre: 

https://twitter.com/Rafaelignaciode

"Otra Medicina de Famila es posible y en el 2015 lo vamos conseguir. 
Cargados de ilusión ¿quien nos va a parar?"



domingo, 28 de agosto de 2016

La irresponsabilidad de los políticos españoles y su repercusión en los servicios sociales



Lo llevamos diciendo desde hace tiempo: la mayoría de los defectos graves y aparentemente irresolubles de la sanidad en España tienen un mismo origen y derivan todos de una misma raíz: la ausencia de responsabilidad de los políticos, cuya tarea conlleva -por desgracia- de forma directa o indirecta, la gestión de los servicios públicos básicos (sanidad, fuerzas de seguridad, educación, justicia, bomberos, etc.)

De nada sirve apelar a la razón, a la verdad o que se se viertan ríos de tinta sobre lo que está mal aportando posibles soluciones: todo ello rebota contra el muro de piedra de la irresponsabilidad o el vacío de la indiferencia.

Actualmente asistimos al espectáculo grotesco de ver como un país, carece de gobierno formal durante más de un año después de 2 elecciones, y ello solo por diferencias estratégicas oportunistas y espurias, mientras tanto esos mismos políticos disfrutan de  continuas vacaciones, viven a cuerpo de rey y perciben los salarios mas elevados de la sociedad (al menos cuatro veces mas elevado que el salario medio de los españoles, que sí trabajan)
Una sociedad que funciona automata por si misma por el trabajo sacrificado y la responsabilidad  de millones de personas que a menudo se levantan a las 6 de la mañana , con grandes renuncias personales y familiares.

Pero los servicios sociales públicos -que son pilares básicos de la sociedad- necesitan de una gestión responsable y eficaz, y es desde dentro de los mismos, desde donde se están produciendo grandes "grietas" que ya repercuten externamente y pueden amenazar el "edificio entero"

Para los que conocemos -y por tanto queremos y creemos- en este país llamado España (con perdón) resulta doloroso y vergonzoso observar este espectáculo grotesco de irresponsabilidad social y que les retrata por igual a todos los políticos.
Lo de amenazar con repetir elecciones el día de Navidad del año siguiente, supone un salto cualitativo mas de extorsión a las familias y a la sociedad, si cabe mas  repugnante e impúdico, y que les iguala moralmente a los delincuentes .

 Lo cierto es que desde la transición, hemos pasado de tener unos políticos “toreros” heroicos, con ideales y espíritu de sacrificio a la actual casta parasitaria sin ideales, amorales y con el único objetivo de subsistir personalmente dentro de su peña.

Parece que se ha producido una selección negativa de personas dentro de la política, incluso en algunos casos una mutación, hasta devaluar la democracia, que ha pasado de ser inmadura a enferma de gravedad y quién sabe si no, letal.