lunes, 27 de agosto de 2012

La Medicina como arte, el arte como medicina

Eugène Hillemacher  Edward Jenner vacunando a un niño (1884)

Tiene la Medicina, unas connotaciones singulares que hacen que se la pueda catalogar, además de como ciencia, también como arte.
 1- Una de ellas: que se trata de una ciencia, que es y sera siempre, inexacta, a este respecto G Marañón nos decía :
"La Medicina por mucho que quiera, su ciencia seguirá siendo una ciencia embrionaria, llena de lagunas e inexactitudes,  y estas solo se pueden disimular con amor ".
 2- Su componente radicalmente humano, hace que sea una labor profundamente moral y etica, y es que, al margen  de las ingerencias políticas y sociales, el acto médico siempre será un acto intimo en el que dos seres humanos interrelacionan en torno al sufrimiento humano, de manera bidireccional y transcendente.
La burocracia, la tecnología y el colectivismo profesional, siempre serán barreras o intermediarios incómodos e indiscretos que se interponen en una relación que sobre todo es personal y de carácter humanitario.
Una relación en la que no solo intervienen los conocimientos científicos sino también todo un cumulo de habilidades personales: empatia para conectar con el paciente y capacidad para conllevar el sufrimiento humano,  habilidad e intuición para llegar al posible origen de la enfermedad, extrema delicadeza para explicar el tratamiento y sobre todo, tolerancia con las miserias humanas... tal vez no por casualidad, casi todas ellas son virtudes cristianas. 

3-  Al margen de las presiónes políticas, sociales o mediaticas, el único patrón del médico es y seguirá siendo siempre, su propia conciencia.

  El idioma castellano ha  creado una de las palabras mas hermosas para definir lo que, por ser humano, conlleva perfección, valor y trascendencia:  "artesano", uniendo para ello el arte  y la salud.

Ahi esta tambien la complicidad vital y la relación fraternal que se suele establecer entre médicos y artistas.
Son numerosos los médicos que se enfocan en el arte con blogs de calidad excepcional, como Medicina y arte , Medicina y melodíaMedycine, etc; y también el maestro G. Marañón publicó varios libros sobre arte, entre ellos uno sobre su admirado pintor El Greco.

El escultor Pablo Serrano rindió homenaje al maestro G. Marañón. Nadie como el artista aragonés supo plasmar la figura, la obra, y lo más importante: “la sombra”, esto es, el alma del maestro.


Escultura homenaje a Gregorio Marañón, Facultad de Medicina de Universidad Complutense de Madrid.

Es el artista quien mejor capta el sentido trascendente de la obra de Marañón, que no es el de permanecer enterrada, ni ser expuesta como las columnas derruidas de los templos griegos o romanos, sino que son cimientos de mármol de "Verdad" sobre los que otras generaciones han de construir nuevos pisos, en el siempre inacabado edificio universal de la Dignidad.

martes, 14 de agosto de 2012

Las 3 vocaciones "con mas quilates" : El medico, el maestro y ..







Partiendo  de la base de  que  todos los trabajos son iguales en dignidad, pero hemos de admitir que no en responsabilidad, por ello existen algunas profesiones que requieren  una mayor carga vocacional y sobre todo de una diferente cualidad de esta: porque implican otro grado de responsabilidad, donación personal y  de  conciencia o compromiso  moral.

 Estas tres vocaciones excelsas serian: la medicina, la enseñanza y la religiosa, tal vez  por ser las mas  cercanas al sentimiento superior de ser humano que es el amor,  y quizás no por casualidad, son las tres que personificó Jesucristo.
Las tres coinciden en muchos aspectos, hasta el punto que en ocasiones no se puede establecer frontera entre ellas, pero aunque suene a "barrer pa-casa", nos parece que es la profesión médica, la que requiere de mayor vocación y sobre todo, de "mas quilates" que ninguna otra.

Veamos porque,  para ello como siempre nos inspiramos en nuestro maestro Gregorio Marañón:

“La vocación mueve a la eficacia verdadera de los hombres.
Todo lo que se hace sin vocación, por importante que parezca, se marchita como una flor. 
Todo lo que se hace con vocación, fructifica para siempre.
Hay que hablar, por eso, incesantemente de la vocación.
 

Las vocaciones son de dos categorías: las vocaciones de amor que son únicas, intransferibles y desinteresadas y las vocaciones de querer, que pueden ser múltiples, que cambian de sentido y que son, por nobles que sean, interesadas.
A partir de mi vocación de médico - una vocación de querer, pero con ribetes muy fuertes de amor- voy a plantear de nuevo este problema trascendental para los jóvenes, para enseñar la vocación a sus hijos”.
 
Del libro Vocación y ética.


“La Medicina tiene dos aspectos que la colocan en el rango de las actividades que exigen una vocación de superior categoría, aquella que hemos comparado con el amor, y que por tanto requieren atracción intransferible hacia su objeto, espíritu de sacrificio y aptitudes específicas.

 Estos dos aspectos son: su práctica gratuita y entrañable en los pobres (y quizá en los que no lo son), tantas veces comparada con el sacerdote, y su estrecha alianza con la investigación científica pura”.




 










Precioso simbolismo: de arriba abajo:
Manantial, fuente y cántaro:
El maestro, siendo cauce, ..siendo
agua.







“En teoría, se necesita, para ser un buen médico, una calidad muy excelsa de vocación.
Si ha de ejercer su profesión en las condiciones medias, su hallazgo continuo será el dolor (...) y en suma, su asistencia social será no más alta, pero sí mucho más abnegada y penosa que la del mismo sacerdote, porque éste no tiene que afilar todos los días su ciencia, como el galeno, y sobre todo porque el sacerdote no se acerca a la miseria humana, como nosotros, con la carga terrible de la responsabilidad.


El sacerdote sabe que va a hacer seguramente un bien y que va, seguramente, a dejar en pos de si una estela de veneración.
El médico, en cambio, no sabe si, acertando o no, le acompañará la gratitud, siquiera el respeto del enfermo y de sus familiares.
 

Ha de ser, pues la vocación del galeno de los quilates más altos para cumplir un día y otro, con las noches que sean precisas, su misión abnegada y oscura, sobre todo en ciertos de sus aspectos, como el médico de guardia de un hospital o Casa de Socorro, o el que hace la vida de sacrificio y guardia permanente como médico titular o de visita en un barrio de los suburbios de las grandes ciudades o en las aldeas.”


“Yo amo sí, profundamente a la Universidad; porque nada me colma de alegría y de paz como ese acto transido de divina humildad que es la enseñanza".

“El profesor sabe y enseña; el maestro sabe, enseña y ama, y sabe que el amor
está por encima del saber y que solo se aprende de verdad lo que se enseña con amor“.

 G. Marañón.

martes, 31 de julio de 2012

El papel de los mèdicos en la crisis social de España. VIDEO





Como decíamos en otra entrada anterior, es evidente que España esta en depresión, y no solo económica, es por ello, que los médicos, como testigos privilegiados de la realidad humana mas autentica - aquella que está fuera  de los artificios de las crónicas políticas o sociales-  cumplimos una labor si cabe mas importante en estas circunstancias sociales, tal vez por estar en contacto con la autenticidad que da el dolor y  el sufrimiento humano.

Y es que, aunque se trate de una depresión social reactiva y el tratamiento general lo sepamos o intuimos  todos,  al igual que la solución no esté en nuestras manos sino en manos de esa plaga que parece mas bien "maldición bíblica para España": que son los políticos. 
 Pero si lo está, intentar que las circunstancias aunque difíciles, no derrumben la estabilidad emocional  del individuo y su esperanza en un mundo mejor, como factores determinantes de la salud individual y social.

 Algunos de los mas admirados compañeros blogueros ya lo expresan de alguna manera en sus blogs:  Musica y melodía , El parte de confirmación, El Bálsamo de Fierabras, El supositorio , La consulta del dr. Casado, etc.. y tambien seguro en sus consultas, pues es en estas circunstancias donde se hace mas evidente la eterna vocación del médico que es: si no curar -en esta caso socialmente-, al menos intentar aliviar y consolar al hermano sufriente.

 Casi todos coincidimos en que, parte de las soluciones pasan por reforzar los anclajes morales del ser humano, (sin olvidar el valor trascendente que da la Fe y las creencias religiosas en general) , y enfocarse en lo positivo de la vida, que es mucho.
 Y es que, sin dejar de luchar por lo que creemos injusto y aberrante de nuestra sociedad, reiteramos que la solución a la crisis social depresiva que padecemos, tal vez pase  por enfocarse en las cosas bellas y sencillas de la vida y reforzar los anclajes morales del ser humano, para que el tsxunami social que vive España, no nos arrastre a la desesperación o a la desesperanza.  

Insertamos este vídeo tal vez con la música mas  hermosa regalada a nuestros oídos y con las imagenes de la naturaleza mas bellas que han pasado por nuestros ojos y nuestra cámara.

viernes, 27 de julio de 2012

Cuando los médicos decidimos quien debe vivir. " Carta abierta a un neurocirujano".


Una de las mayores aberraciones o desviaciones éticas que podemos sufrir los médicos, es creernos con el derecho a decidir quien debe o no, vivir.., y que vida merece ser vivida, o no.
 Lo cierto es que el poder puede embriagar, no solo a los políticos, sino también a cualquiera en su profesión y a los médicos por tanto, también.
 Hasta el punto de parecer obnubilar la razón haciendo perder el sentido de la realidad, y volatilizandose los principios que sustentan la Dignidad humana.  
Y especialmente cuando se asocia al sectarismo político, parece que se diluyen como azucarillo, los principios eternos de la Medicina universal, reflejados en el bimilenario Juramento Hipocratico.

Estos días asistimos, no sin sentir cierto rubor como médicos,  a la respuesta pública de un padre de familia con una hija enferma que padece espina bífida, que responde a un médico partidario -75 años después del nazismo- de la "solución eugenésica", como parece declararlo sin pudor, publicamente.
 Y no se trata de un "pringao" , simple médico de familia "de los que hacen recetas" como nosotros, sino nada mas y nada menos que de todo un afamado, encumbrado e ilustre "Neurocirujano " que ademas, de tanto serlo, fue hasta "Director de hospitales".

 Los argumentos que expone el padre de la niña en su carta, son tan nitidos y contundentes que sobran las palabras y hablan por si solos, pero  no deja de producirnos verguenza  y sentimiento de indignidad como médicos, y también de  preocupación, comprobar hasta que punto se ha filtrado e infiltrado la contaminación política en nuestra profesión (no solo en la justicia, prensa, etc..) y se ha extendido también ese virus tan español de la supuesta superioridad moral de los que se autodeclaran progresistas, como pasaporte, para saltarse los principios eternos y universales que sustentan la Dignidad humana.




  • "NADIE puede PRESUMIR EL SUFRIMIENTO"
    Javier Mª Pérez-Roldán, abogado de familia y padre de una niña con espina bífida, responde al neurocirujano Javier Esparza.          
        El Diario El País publicó ayer una carta del neurocirujano infantil Javier Esparza que lleva por título "Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento". En ella se muestra en contra de la prohibición del aborto en los casos de malformación fetal. En la misma apela a supuestos argumentos humanitarios para permitir el aborto, tachando a los que se oponen a ello de ignorantes o de actuar por intereses espurios. Funda su tesis en un argumento falso como es el sufrimiento de los niños con determinadas dolencias, y de sus familias.   





    Desde hace 12 años soy abogado de familia y desde hace 7 padre de una niña con espina bífida. Durante estos últimos años me he dedicado, en exclusiva, a dos cosas: velar por el interés de los hijos de mis clientes, y ejercer como padre de mi hija y de sus otros dos hermanos, de 5 y 3 años.

    • Ahora bien, mi hija no sufre ni más ni menos que una niña de su edad. Juega, ríe, quiere, ama y siente exactamente igual que sus dos hermanos sanos. Y, a veces, también llora, pero sus lágrimas no tienen ningún poso de amargura ni dolor por encima de las de sus amigas o de las de sus hermanos, pues como ellos, llora por nimiedades.
      Como abogado de familia he conocido niños con depresión crónica por culpa de la separación tormentosa de sus padres, que arrastran una existencia triste y sufriente. Como sufren más que mi hija y sus hermanos, ¿los eliminaría?
      Y en cuanto a la familia, fíjese si el sufrimiento no es tan extremo como usted dice que después de su nacimiento hemos tenido otros dos hijos, señal de que el cuidado de nuestra hija no nos ha supuesto trauma ninguno.

      Estas anomalías, por sí, no causan el sufrimiento que usted pretende. De hecho, si bien el dolor ante cualquier enfermedad o revés de la vida es inevitable, el sufrimiento es totalmente voluntario, pues es éste una percepción personal y subjetiva de la propia realidad. Hay quien ante cualquier mínimo problema ante la vida sufre, y sufre sin mesura, y hay quien ante obstáculos insalvables y dolores sin medida se crece, pues admite su dolor con entereza.
      De hecho, por la enfermedad de mi hija he estado en contacto con numerosos afectados de espina bífida (algunos en grados muy severos) y siempre se han manifestado esperanzados y alegres por el don de la vida. ¿Ha oído usted de enfermos de espina bífida que se hayan suicidado o que hayan solicitado la eutanasia?. Sin duda usted conocerá el estudio de su compañero neurocirujano Rob de Jong, publicado recientemente en la revista Pediatric, donde sostiene, por medio de estudios de campo, que los recién nacidos con este mal congénito apenas tenían dolores.
      Por eso me causa sonrojo su carta, llena de adulteraciones de la realidad vivida por cientos de enfermos y sus familias. Pero mayor sonrojo me causa su supuesto humanismo. Dice usted que nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento ¿y en qué principio ético funda usted tan categórica aseveración? ¿y porqué presupone usted el sufrimiento de estos pacientes?

      En cuanto a la fundamentación de su aseveración, alega la mismas causas que las autoridades nacional-socialistas responsables del plan de exterminio de enfermos Aktion T4. El plan se fundaba en que había vidas que no eran dignas de ser vividas, y cuyo asesinato era tanto un acto de compasión como un beneficio para la comunidad. Usted alega ambas cosas (igual que los Nazis) pues sostiene que "el colmo" es que los esfuerzos realizados para el tratamiento de estos niños es un desperdicio, pues acaban muriendo a los 20 años, y encima arrastrando un sufrimiento sin medida. ¡Qué argumento tan falaz! Usted sabe que miente, pues al día de hoy, la esperanza de vida de estos pacientes es prácticamente la misma que para personas sanas. Pero es que, además, aunque fuera verdad el fallecimiento a los 20 años ¿me va a decir usted que no merecen vivir estos 20 años? Usted está jubilado y pronto empezará a sufrir achaques. De vida, según las estadísticas del INE, no le quedan más que 16 años ¿le parecería justo que a la primera recaída de usted le privemos de un tratamiento por lo costosísimo del mismo teniendo en cuenta que no le quedan años para "amortizar la inversión" y más teniendo en cuenta que usted, en la vida, ha hecho lo que tenía que hacer? Según su teoría sería menos grave matar a un zambiano (con una esperanza de vida de 36 años) que a un español (con 81 años de esperanza).

      Las personas no son una inversión, son un bien en sí mismo, y no podemos desahuciar a los que tenga cáncer, o SIDA o cualquier otra enfermedad por lo costoso del tratamiento y por el alto índice de mortandad durante el mismo.
      En el culmen del paroxismo dice usted que el aborto ayudó a prevenir la espina bífida. Nos descubre con ello su auténtico rostro, pues según usted sería muy fácil que España se colocase a la cabeza de los países saludables. Bastaría con eliminar a todo enfermo o lesionado grave (con cáncer, SIDA, paralítico por accidente de circulación) para poder vender al extranjero nuestras estadísticas y colocarnos como el país con la mejor política de prevención de enfermedades. Veo que usted es de los expeditivos que opina que muerto el perro se acabó la rabia. ¡Menos mal que no tiene usted responsabilidades en la política penitencia, pues sabemos cómo acabaría usted con los índices de delincuencia: fulminando al delincuente!

      Sólo le quiero decir una cosa. Lo que nos hace sufrir a los afectados por esta enfermedad son los profesionales médicos como usted. Cuando a los tres meses del embarazo nos anunciaron la enfermedad de nuestra hija, nos recomendaron insistentemente el aborto, y ello hasta hacernos sentir culpables si traíamos al mundo a un niña solo para que sufriera. La realidad es nunca tomamos mejor decisión que tenerla, pues pasado el tiempo intimamos con dos matrimonios que abortaron a sus hijos por tener espina bífida ¡no sabe usted el terrible padecimiento moral de estas dos parejas al ver que si no hubiera cometido tan criminal acto podrían tener con ellos a sus hijos, que de seguro serían tan alegres y joviales como la nuestra! Y le preguntó ¿qué derecho tenían los médicos que les indujeron al aborto a obligarles al calvario de remordimientos que están pasando?
      Que sepa que mi hija enferma tiene la misma dignidad que usted y el mismo derecho a vivir que tuvo usted. Ninguna sociedad tiene derecho a decir sobre si la vida de otro es digna o no, o a determinar si una enfermedad causa o no sufrimiento sin preguntar al afectado.

      Mi hija necesita para vivir de la ayuda de otros en el mismo grado en que yo la necesito, aun estando sano. Si los hombres vivimos en sociedad es porque nos es necesario el concurso de otros para nuestra supervivencia. Por esto existe la sociedad y los gobiernos de la mismas: para ejercitar la ayuda mutua. En occidente tenemos la suerte de que prosperó la razón benéfica del ágora de Atenas sobre el terror eugenésico del Taigeto espartano ¿usted que es, ateniense o espartano?

    sábado, 14 de julio de 2012

    La depresión de España y su dolor fecundo


    Es evidente que España esta en depresión, no solo económica, basta salir a la calle o leer cualquier medio de expresión para verlo y sobre todo, sentirlo.
    Parece que después de la resaca de los éxitos deportivos regresa el tradicional complejo de inferioridad español en Europa, pero tal vez habría que recordar que existe un dolor fecundo, y que las crisis tanto personales como sociales, no son final de trayecto sino estación de avituallamiento, revisión y puesta a punto.

    Los mas viejos que conservan el espíritu joven, saben que después de otras crisis aun mas graves, como la autolisis de la guerra civil, España se levantó de ella con savia nueva, hasta el punto de generar el primer cambio social incruento de la humanidad, de una dictadura a una democracia.
    Los menos viejos, sabemos que otros países también se levantan renovados tras catástrofes naturales o artificiales, como es el caso de Alemania, Japón también después de txunamis, pero asimismo otros como México tras terremotos o epidemias artificiosamente devastadoras, Chile (hoy de las primeras potencias económicas), Colombia y Peru, controlando problemas aparentemente irresolubles como el  de la violencia.

    Y es que hay que admitir que aunque la depresión de España es reactiva y su etiología claramente política, también es fundamentalmente una crisis moral:

    - No se puede seguir manteniendo una casta política parasitaria, 4 veces mayor que en Alemania, que posee el doble de población.
    - Lo mismo se podría decir de la casta judicial, impúdicamente a su servicio.
    - Ídem de la sindical o representacion empresarial.
    - O la hipertrofia administrativa, para mucha de la cual, su tarea principal es como ocupar el tiempo
    - Hay que recuperar el valor y la Dignidad del trabajo, y el tradicional trato gentil y hospitalario del trabajador de servicios sin que por ello se sienta  humillado: no se puede seguir tratando a los clientes como elementos molestos, y a los que a veces "solo falta escupirlos".
     - No se puede seguir enmascarando bajo la barra libre sanitaria, un trato y un tiempo infrahumano a los pacientes (incluidos niños) y a los propios médicos
    - No se puede mantener, en nuestra opinion, el actual nivel de amoralidad social con cerca de 500 agresiones (denunciadas) al año, a médicos cuya labor social es aliviar el sufrimiento humano. Lo mismo se podría decir de los maestros y policías.
    - No se puede seguir maltratando laboralmente a la mujer y desvalorizando la maternidad, primando la educación de los niños en guarderías en lugar de sus hogares familiares, y tampoco con la actual selección eugenesica. (que hubiera soñado el mismo Hitler).
     - Habría que recordar, -al margen de los manipuladores profesionales de masas-  que la Dignidad humana no depende de las circunstancias: como edad, salud, sexo, hallarse dentro o fuera de su país .. o dentro o fuera de su Madre.

    - Y tambien, tal vez habría que recordar que las políticas de ingeniera social  -la principal obsesión de los psicópatas sociales que alcanzan al poder-  ya han generado bastante sangre y sufrimiento en la historia de la humanidad,  y que "los experimentos, mejor con gaseosa"
      
    Una vez mas y como es habitual, nos iluminamos con estas palabras de nuestro  maestro G. Marañon:

    “La vida de la humanidad, como la vida del individuo, es una continua renovación.
    La renovación tiene que realizarse sobre la estructura de los principios eternos del
    amor, de la justicia, del deseo de saber, del ansia de comprender”.

    "Tal vez ahora aprendamos que la precaria felicidad de este mundo no se compra con otra moneda que la comprensión,:  De la comprensión que a veces es dolor, es de donde brota, y no de otra fuente , la perfección...
    Acaso este cerca el día en que, tras esta lección de ascetismo forzado y merecido.  España ya no sea el país que hace a los hombres y los deshace, sino el que los hace y los mantiene   Y es eso todo lo que España necesita".