jueves, 3 de diciembre de 2015

El doctor israelí que salva palestinos y el doctor palestino que salva judíos.



La noticia y el video esta extraido de El Mundo, aqui: El doctor israelí que salva palestinos y el doctor palestino que salva judíos.
Dos hombres y un destino. Salvar vidas contra todo prejuicio. El cirujano árabe Ahmed Eid y el anestesista judío Jochanan Schiffman se entienden sin necesidad de hablar.
Una mirada es suficiente ya sea en el comedor, en el ascensor o en el quirófano del Hospital Universitario Hadassah Mt Scopus de Jerusalén. O donde estamos: en el despacho del primero, en una pausa entre la operación a una víctima de un nuevo apuñalamiento y la visita a un atacante herido gravemente ...

 Se trata de una noticia pero no de una excepción, sino que es la norma en  general de cualquier medico, podríamos decir que va en el "ADN del propio medico". De hecho en las consultas del dia a dia y de una u otra manera, se puede corroborar, especialmente desde la Medícina de familia.
Y es que, como señalábamos: "No existen fronteras para el medico: su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad: la Humanidad"

 A este respecto el maestro Gregorio Marañon nos iluminaba con estas bellas palabras:
"Este hombre recto, pacifista que prefiere morir por la paz a conquistar la paz con la guerra, es casi siempre un medico.      El medico, en la guerra, es el único que no quiere matar, el único para quien no existe el enemigo, porque no hay enemigo capaz de esconderse dentro de un hermano"      

Sin embargo desde este blog, pretendemos ser también crudamente realistas y no caer en el "Síndrome de la casa de la pradera", es por ello, que debemos admitir  que la Medicina también ha claudicado históricamente, a veces, a su enemigo externo mas importante: la presión político-social de su entorno.
Recordemos el papel de la Medicina "alemana" (y  consustancialmente universal) durante el nazismo. Solo basta visitar el excelente blog: "Medicina y holocausto"
O para ser mas actuales: la claudicación de una parte importante de la Medicina de países "progresistas" ante las políticas de ingenieria social del NOM (Nuevo orden mundial), hasta el punto de asumir la eliminación de seres humanos por criterios eugenésicos, económicos o simplemente de utilidad.
Con la creación de códigos deontológicos que traicionan y tratan de hecho, de reescribir el eterno y universal Juramento Hipocratico.
Pero debemos confiar, pues nada podrar borrar nunca "el ADN de los médicos", la esencia universal de la Medicina y su inseparable unión a la Dignidad humana.